domingo, 15 de febrero de 2015

El miedo, su mejor arma

Un miliciano de Al Qaeda fija un objetivo con su AK-47 soviético | POLITICO (AP)
Recuerdo como si fuese ayer aquella mañana de jueves del 11 de marzo de 2004. Me levanté minutos antes de las ocho de la mañana, debido al barullo sonoro que provenía del salón. Mi familia, pegada a la televisión y el sonido incesante de las sirenas, que se alejaban en dirección a Atocha, hacían prever lo peor. Diez años eran más que suficientes para comprender que lo que estaba viviendo en esos instantes no era algo anecdótico. La conexión telefónica del periodista Vicente Vallés en Informativos Telecinco confirmaba los peores presagios: unas explosiones en un tren de Cercanías, en plena hora punta, se habían cobrado la vida de un gran número de personas a escasos metros de la Estación de Atocha. Las cifras de muertos aumentaban de manera proporcional al número de llamadas que los familiares, tanto de Madrid como de otros enclaves de España, vertían en nuestro teléfono. De todas ellas, una llamada de mi abuela, en la que aseguraba que un tren en la estación de El Pozo, a muy pocos pasos de su casa, acababa de volar por los aires, acompañado de una ensordecedora explosión. Fue en ese preciso instante cuando me percaté de la gravedad de los hechos. Aquellas explosiones no eran fruto de la casualidad. Estaba siendo testigo del mayor atentado terrorista de la historia de España.

Las explosiones de la estación de Santa Eugenia y de la calle Téllez completaban el macabro y cobarde genocidio que vivió Madrid y que, días después, pudo cuantificarse en datos: los muertos ascendieron hasta los 191 y los heridos a 1841. En total, 2032 víctimas inocentes de la sinrazón y la barbarie. El atentado, obra de una célula terrorista de Al Qaeda en Europa, supuso el primer éxito del yihadismo en el Viejo Continente. Tras el brutal golpe a Estados Unidos con los atentados del 11 de septiembre de 2001 (con cerca de 3000 fallecidos y 6000 heridos), nuestro país fue el siguiente objetivo de la yihad por el envío de tropas a Irak y Afganistán. En palabras de su malévolo líder, Osama Bin Laden: "es vuestro castigo por Irak, Afganistán... La manera de devolveros vuestra mercancía". Pero el arma más efectiva de Al Qaeda no fue la dinamita que arrasó decenas de vidas en Atocha y el World Trade Center, no. Su arma más peligrosa y duradera fue la propagación del miedo.

El terror que generaron los atentados fue máximo. La sola presencia de una bolsa de deporte abandonada en las redes de transporte público de cualquier ciudad española sigue creando, 11 años después de aquel infierno, dudas en cada persona que la divise. Y es que el miedo es una reacción humana, sustentada por la psicobiología, que lleva a nuestro cuerpo a un estado de alerta. Sin embargo, es ese estado de alerta el mejor galardón para un genocida. El miedo permanente lleva a los seres humanos a un clima de tensión constante, que les imposibilita disfutar una vida tranquila. Y eso es precisamente lo que han conseguido grupos terroristas como Al Qaeda o, de forma más reciente, ISIS. Atemorizar a millones de occidentales con su discurso del odio. Acongojar a la Comunidad Islámica libre, aquellos que son plenamente conscientes que religión y muerte son incompatibles. Nuestro deber y, por qué no decirlo, nuestra obligación, es arrebatarles de lleno ese placer. Ser firmes ante las atrocidades. No otorgarles nuestro miedo como arma.

Tenemos que hacerlo por los periodistas estadounidenses James Foley, Steven Sotloff y el japonés Kenji Goto, decapitados por el ISIS mientras defendían la libertad de expresión. Por Muaz Kasasbeh, el piloto jordano que participaba en la coalición internacional en Siria para derrocar al ISIS y fue quemado vivo. Por los dibujantes y periodistas del semanario Charlie Hebdo, asesinados a tiros por miembros de Al Qaeda mientras se esforzaban para que el humor permaneciese siempre vivo a través de sus irónicas caricaturas. También por Admed y Clarissa, los policías que fueron abatidos en su intento de detener a los responsables de la masacre del medio satírico galo. Por las 191 personas inocentes que murieron en Madrid, las cerca de 3000 que lo hicieron en Nueva York y las 56 de Londres.  Pero también por las familias de las víctimas. Por todos los héroes anónimos: todos los policías, bomberos, médicos, militares y ciudadanos que respondieron cuando se les necesitó. Por todos ellos, el miedo no es una opción. Quitémosles su mejor arma. Sin el terror, están acabados.
La Guardia Civil detiene a un yihadista en Melilla | Los Tiempos (AFP)







sábado, 27 de septiembre de 2014

Matías Alonso: "En la España del siglo XXI hay suficiente madurez política para que los populismos pierdan fuerza"

Matías Alonso | Ciudadanos
Nadie negará que Cataluña está viviendo unos días realmente intensos en lo que a política se refiere. Tras la reivindicativa Diada de este año, que llenó de anhelos independentistas la Gran Vía y la Diagonal barcelonesas, el presidente Artur Mas firmó esta misma mañana el decreto de convocatoria del referéndum para el 9 de noviembre, que llama a las urnas a los catalanes para que "decidan su futuro", en palabras del presidente de la Generalitat. Y, por si fuera poco, ayer se pudo ver al expresidente Jordi Puyol comparecer ante el Parlament por el fraude fiscal de su familia. Con este clima político, nada mejor que contar con la voz de alguien que se pone enfrente de estos acontecimientos y da argumentos asentados para ello. Hemos tenido el placer de charlar con Matías Alonso (La Línea de la Concepción, 1952), portavoz y Secretario General de Ciudadanos, además de diputado por Tarragona en el Parlament de Cataluña.


En primer lugar Matías, me gustaría darle las gracias por acceder a ser entrevistado para el blog. El pasado curso académico tuve la posibilidad de asistir a la Liga de Debate que organiza la Universidad Carlos III de Madrid -de la cual Albert Rivera, presidente de Ciudadanos, clausuró su quinta edición- y quedé gratamente sorprendido por el nivel de oratoria que demostraron los alumnos. Sin embargo, cuando escuchamos a la gran mayoría de políticos, nos encontramos con mensajes vacíos e incluso carentes de sentido. ¿Piensa que esta formación es elemental para un político?

MATÍAS ALONSO: La capacidad de comunicación, el entrenamiento adecuado de las habilidades comunicativas, es fundamental para un político, si quiere que se le entienda. Entrenar un aspecto de la comunicación como es el debate es elemental porque no solo se trata de que el destinatario de tu mensaje lo entienda sino también que lo valore mejor que el que emitan el resto de participantes en el debate.

De trabajar como oficial de Artillería del Cuerpo General de las Armas del Ejército de Tierra a defender el ideario de Ciutadans en el Parlament de Catalunya. ¿Qué le llevó a cambiar el rumbo de su vida de una forma tan drástica?

MATÍAS ALONSO: El cambio no fue tan drástico, porque cuando nació Ciudadanos hacía varios años que había dejado el servicio activo en el Ejército. Como militar mi interés personal en la política se limitaba a estar “al día”, siguiéndola a través de los medios de comunicación sin participación directa alguna. La llegada del primer gobierno tripartito a la Generalitat de Cataluña y su apuesta por radicalizar las posturas nacionalistas de los gobiernos nacionalistas de CiU, dejando de lado los postulados socialdemócratas del PSC, junto con la aparición de la asociación Ciutadans de Catalunya, despertaron mi interés por la participación activa. Tras participar como compromisario en el Congreso fundacional de Ciudadanos fui implicándome paulatinamente en la acción política en el seno del partido. Para mí defender el ideario y los programas políticos de Ciudadanos ha sido siempre sencillo y comparto plenamente los valores que defendemos. Entrar en el Parlamento de Cataluña ha sido consecuencia de un doble compromiso: el contraído con los compañeros que depositaron en mí su confianza para encabezar la candidatura en Tarragona y el que adquirí con cuantos me prestaron su voto para que defendiera sus derechos en esta institución pública. Es al mismo tiempo una gran responsabilidad y un privilegio, y espero no defraudar la confianza recibida.

Vayámonos a Cataluña. Parece que aquella frase del “Espanya ens roba” de ciertos sectores nacionalistas va quedando solapada por la cruda realidad. Tras el escandaloso fraude de la familia Puyol, el garante de la independencia de Cataluña en los últimos años, Artur Mas, ha salido en defensa de Jordi Puyol, por quien afirma que siente “dolor y compasión”. ¿Puede afectar este caso de corrupción a las intenciones secesionistas de CiU?

MATÍAS ALONSO: Personalmente hace varios años, desde que el nacionalismo separatista comenzó a utilizar esta infamia, vengo repitiendo que en Cataluña quienes nos roban tienen nombre, apellidos y carnet de partido. Jordi Pujol y su clan no son los únicos que han practicado la corrupción sistemática en Cataluña, como por desgracia también ocurre en otras zonas de España. Pero Jordi Pujol ha sido el estratega del separatismo, el líder nacionalista que ha sentado las bases del conflicto político al que hoy nos enfrentamos. CDC ha intentado desde el principio desmarcarse de un caso de corrupción que les señala muy directamente. Lo ha hecho el presidente Mas dejando el caso en el ámbito personal y privado. También el alcalde Trias, al que le gustaría que Pujol desapareciera de la escena como por arte de magia, cuando él mismo ha visto impulsada su carrera política por el patriarca. El desafío separatista sigue plenamente vigente. Lo que habría que preguntarse es si la actual deriva no tiene que ver con el aumento de presión sobre el clan Pujol, especialmente a partir de mediados de 2012.

¿Qué impresiones le produjo la reciente celebración de la Diada?

MATÍAS ALONSO: Una vez más, me ha parecido una exaltación del separatismo más reaccionario, convocado desde y por el poder, utilizando todos los elementos de agitación y propaganda a su alcance. Hay otros procesos separatistas en Europa. Acabamos de asistir a un primer desenlace del proceso escocés, muy distinto y distante del catalán tanto en el origen como en el desarrollo. Pero de todos los procesos separatistas vivos en la Unión Europea el único que utiliza a una masa movilizada desde el poder político y por organizaciones que están instrumentalizadas por los partidos separatistas, es el catalán. En Cataluña estamos asistiendo a un ataque sistemático a los pilares de la democracia y del estado de Derecho, perpetrado por quienes controlan las principales instituciones autonómicas. En la Cataluña de 2014 están en peligro los valores superiores de la libertad, la justicia, la igualdad y la pluralidad política. Y lo están por una acción premeditada y continuada de varios partidos que dicen actuar en defensa de la democracia, cuando lo que realmente hacen es atentar gravemente contra los pilares de la democracia.
Matías Alonso, en rueda de prensa | La Vanguardia

























Parece que la izquierda en España está renaciendo. De un lado, la mediática y televisiva aparición de Podemos, de la mano de Pablo Iglesias, consiguió en mayo el nada despreciable resultado de 5 escaños en Bruselas. De otro, la regeneración dentro de las filas del PSOE con Pedro Sánchez como nueva cara visible hace que consigan un empate técnico con el PP, según estimaciones de Metroscopia. ¿Quién cree que se llevará el gato al agua? ¿Las populares propuestas de Iglesias aún por comprobar o la longevidad que atestigua el partido de Sánchez?

MATÍAS ALONSO: Cuando la crisis aprieta aparece el populismo. Lo hemos visto ya en Europa en épocas pretéritas de las que deberíamos haber aprendido todos. Pero en la España del siglo XXI hay suficiente madurez política para que los populismos pierdan fuerza. Aunque se les apoye desde determinadas esferas del poder. El PSOE de Pedro Sánchez tiene una oportunidad de recuperar su papel protagonista en la política española. Pero debe hacerlo mirándose al espejo y buscando sus propias vías de regeneración. Debe encontrar y defender su esencia. Si sus propuestas políticas son reactivas ante la pujanza de una izquierda populista y trasnochada no encontrará el camino de la verdadera regeneración.

El Partido Popular lleva semanas trabajando en una reforma electoral municipal en la apuesta por primar la elección como alcalde del candidato de la lista más votada alegando así un mayor respeto a la voluntad de los ciudadanos. ¿Cuál sería la postura de Ciudadanos ante esta propuesta?

MATÍAS ALONSO: Es un debate abierto en el peor momento, a pocos meses de unas elecciones municipales. La elección directa de los alcaldes, pero también de los presidentes del gobierno y a los presidentes de los gobiernos autonómicos, sería una buena opción a incluir en una reforma de las leyes electorales. Una reforma que debería incluir otras cuestiones fundamentales, como desbloquear las listas y evitar así que la decisión de las cúpulas de los partidos, el orden establecido desde el propio partido en las listas electorales, impidan al elector depositar su confianza en el candidato que más la merece. Es un debate pendiente que, desde Ciudadanos, estamos impulsando y seguiremos haciéndolo en los próximos meses.

Hace unas semanas, el eurodiputado de UPyD, Francisco Sosa Wagner, escribía una carta en el diario El Mundo en la que afirmaba que “es preciso unir esfuerzos y lograr un acuerdo entre los pequeños partidos constitucionales para acudir a las elecciones locales, autonómicas y generales” en alusión a una futura coalición de UPyD con Ciudadanos. ¿Podría darse esta situación e ir las dos fuerzas políticas de la mano a unos comicios?

MATÍAS ALONSO: El pasado martes 23 de septiembre hemos tenido una primera reunión las cúpulas de ambas formaciones, en la sede de UPyD en Madrid. Está todo por hacer pero no hay límites preestablecidos. El equipo de trabajo que nacerá en breve, fruto de ese primer encuentro, debe estudiar a fondo los objetivos de interés general y los puntos de encuentro que hagan posible una colaboración entre ambas formaciones. Y si se dan las condiciones para poder avanzar en el acuerdo, cabe la posibilidad de que en unos próximos comicios vayamos de la mano. Pero por ahora no nos hemos planteado una estrategia electoral conjunta. Sólo la búsqueda de opciones que, en beneficio del conjunto de los españoles, permitan articular una tercera vía más fuerte y más ágil capaz de impulsar la regeneración democrática y las reformas necesarias de y desde las instituciones.

Albert Rivera como candidato a la Presidencia del Gobierno de España en las próximas elecciones generales. ¿Es posible?

MATÍAS ALONSO: En política no hay nada imposible. Pero es una decisión que le compete directamente en su origen y que deberá tener el refrendo en unas primarias de Ciudadanos. Hoy por hoy todavía es pronto para especular con esta posibilidad de cara a los próximos comicios. Aunque en mi opinión personal, no como secretario general de Ciudadanos, el futuro político de Albert Rivera pasa por las Cortes Generales y, con el tiempo, por el Gobierno de España.

Matías Alonso y Albert Rivera conversan con periodistas | Nació Digital






















A modo de cierre, le propongo una serie de preguntas breves:

I. Si le digo Felipe VI... Jefe del Estado social y democrático de Derecho que es España desde 1978.

II. Vallas, muros estratosféricos… ninguna barrera física impedirá la ambición de un ser humano por mejorar su vida. Entonces, ¿cómo se puede solucionar el tema la inmigración? Los países desarrollados tienen que comprometerse a fondo en el desarrollo político, económico y social en los países de origen. Mientras Europa sea una meta de futuro, habrá inmigración y se producirán las tragedias humanas que vemos con horror en el sur del Mediterráneo, el estrecho de Gibraltar y las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla.

III. ¿Aborto sí o aborto no? Sí. Es una tragedia personal que debe estar regulada. Quizás algo mejor regulada, pero regulada. Cualquier reforma en esta materia debería contar con un consenso amplio en las Cortes Generales. Un consenso que el anteproyecto de Ley de Gallardón no tenía.

IV. Conocido seguidor del Nástic de Tarragona, ¿Cómo afronta el inicio de temporada? Con la confianza en el buen trabajo de la actual directiva y el convencimiento de que el Nàstic es un club de primera o, como mínimo, de segunda división. Espero que esta temporada sea más propicia y que el ansiado ascenso se consiga.

V. Recomiéndenos una película con la que evadirnos de la realidad actual. Una mirada a la España de los 60 que espero pueda optar finalmente al Oscar a la mejor película extranjera: Vivir es fácil con los ojos cerrados, de David Trueba.

jueves, 21 de agosto de 2014

De paradones, transistores e ilusiones: vuelve la Liga

Iker Muniain celebra un gol con la afición de San Mamés | Mundo Deportivo


Cinco y media de la tarde. Frente al espejo del recibidor, encuentras reflejado ese rostro de hombre que delata la ilusión incontenible de un niño. Con la combinación perfecta que surge de la camiseta a estrenar de esta temporada y la bufanda que invierno tras invierno te arropa en el graderío, te encaminas al estadio, a tu estadio. En los oídos, unos auriculares en los que resuena la voz de un entusiasta locutor cantando el primer once de la temporada de tu equipo. Para los clásicos, un transistor al bolsillo en el que las alineaciones, los goles y las paradas resuenan bien alto, entremezclándose con los cánticos de la afición a orillas de tu fondo sur, de tu puerta 22; de esa puerta que conduce a tus sueños. Y es que, amigo mío, la Liga ya está aquí.

Como cada año, volverás a disfrutar del sufrimiento. Disfrutar del sufrimiento, sí. Aunque resulte paradójico, tú y yo sabemos que nada se disfruta más en esta bendita locura llamada fútbol que un gol en el descuento que te permita sumar de tres esa jornada, o incluso conseguir la permanencia. ¿Recuerdas cuando existía aquello del carrusel y todos los equipos se la jugaban a la misma hora? Eran otros tiempos, en los que las cinco de la tarde de un domingo cualquiera era la referencia para media España; cuando los móviles se proyectaban en verdes pantallas y servían poco más que para llamar, las riendas de la información las agarraba con firmeza ese rechoncho hombre situado detrás del banquillo, transistor en mano, que vociferaba al utillero los goles que José María García, Manolo Lama o Alfredo Martínez cantaban desde el Vicente Calderón, San Mamés o El Molinón.

La Liga no es una mera competición futbolística, amigo mío, es otra cosa. Es sinónimo de La Quiniela y de esa ambición por acertar el pleno al quince. Es esa caravana de regreso a casa escuchando la radio en una fría y oscura tarde de noviembre. O esa mezcla de olor a café y papel prensa del AS o el MARCA un lunes en la oficina mientras, orgulloso, sonríes a tu compañero del alma. Tu equipo le endosó una paliza al suyo y bien sabes que esa cerveza que se apostó te la vas a cobrar al término de la jornada laboral. La Liga es mucho más que fútbol, es ilusión. Es esa dulce sonrisa de una niña ataviada de blanco ante su primera oportunidad de vislumbrar el verde del Bernabéu. Una sonrisa que se agiganta cuando ve que su mano se entrelaza con la de su abuelo, socio del club desde hace más de 50 años y que, sin embargo, conserva la ilusión de un infante.

Kroos, Suárez, Mandžukić … menuda temporada nos espera, ¿eh? Pero a decir verdad, tú y yo sabemos que los jugadores, como los cromos en nuestros recreos, cambian sin cesar temporada tras temporada. Lo importante es que el álbum, ese álbum de papel grueso que construyen los miles de aficionados en nuestro país bajo el pegamento de tantas y tantas decenas de cromos perdure por siempre. Y es que, amigo mío, no existen locuras más bellas que el fútbol y la vida. Y para colmo, resultan ser sinónimos. En fin, supongo que ya estarás dentro del estadio, con tu camiseta a estrenar de esta temporada y la bufanda que invierno tras invierno te arropa en el graderío. Cuando acabe el partido hablamos, amigo mío. Hasta entonces, disfruta el partido y disfruta la vida.

domingo, 23 de marzo de 2014

¡Cuádrese, está usted hablando con su presidente!

Adolfo Suárez aplaude tras la ratificación de la Constitución por Las Cortes | lavanguardia.com
Así de rotundo se mostró el recientemente fallecido Adolfo Suárez (Cebreros, Ávila, 1932) tras ser encañonado por el teniente coronel Antonio Tejero durante la madrugada del 24 de febrero de 1981 en un Congreso de los Diputados tomado por la Guardia Civil. Una pistola ASTRA de 9 milímetros apoyada sobre el pecho del presidente del Gobierno no fue motivo suficiente para amedrentarle. Y es que, ante todo, el presidente de la concordia fue una persona íntegra y fiel a unos ideales que compartían la práctica mayoría de españoles.

Adofo Suárez sabía a la perfección de donde provenía -sus inicios en política vinieron de la mano de Fernando Herrero Tejedor, un falangista vinculado al Opus Dei- y hacia donde quería encaminar el rumbo de España. Lejos de renegar de un pasado ligado al régimen franquista, Suárez utilizó este hándicap en favor de su ambicioso propósito: raspar la anticuada capa de dictadura que cubría las paredes de nuestro país e inmediatamente después y con una delicada brocha, echar una primera mano de pintura democrática.

Por aquel entonces, la calle anhelaba la libertad; una libertad cercenada por una dictadura de 40 años. Los españoles querían sentir en su propia piel que era aquello del "progreso". No obstante, estas ansias de libertad eran regadas con el peor de los sabores, el miedo. Miedo a una banda terrorista ETA que había aumentado indiscriminadamente su actividad armada y que cada semana sesgaba la vida de algún inocente. Miedo al restablecimiento de una dictadura por parte de los sectores afines a la situación anterior. Miedo a una terrible recesión económica que, impulsada por la Crisis del Petróleo de 1973, sacudía los hogares españoles. Miedos que, sin duda, fueron solapados por la brillante actuación de Adolfo Suárez.

Y es que el expresidente del Gobierno era conciliador por definición. Fue el enfermero que puso la primera venda sobre la herida infectada que había abierto la Guerra Civil en 1936 y que aún supuraba. Lidió con ambas ideologías  -arraigadas en diferentes sectores de la sociedad- con una inteligencia inusitada. De una parte, consiguió el apoyo de las Cortes franquistas para sacar adelante la Ley de Reforma Política, que suponía el derrocamiento legal de la dictadura de Francisco Franco y abría la puerta a un proceso constituyente democrático. De otro, acercó posturas con la izquierda, especialmente con Santiago Carrillo y su Partido Comunista del que era presidente, que fue legalizado por Suárez en 1977. 

A finales de los 70, España estaba a punto de romperse y cualquier otra opción alternativa a Suárez habría tensionado a la ciudadanía. Pero su aplomo, su generosidad, su lealtad y su enorme inteligencia lograron que todos los españoles se viesen representados e implicados en el proceso hacia la democracia. Adolfo Suárez transmitía una especial serenidad acompañada de una firmeza que es inexistente en cualquier político actual. Era capaz de convencer empleando un lenguaje directo, pero que resultaba amable y cercano.

Hoy Suárez ya no está físicamente entre nosotros. Ha pasado a habitar los recuerdos de los españoles que le acompañaron en esa aventura democrática y de aquellas generaciones posteriores que estudiamos sus méritos en nuestros libros de Historia.  En la memoria, quedarán sus lecciones, que fueron muchas. Su amor a un país, a unos ideales y a las reglas de juego del sistema democrático perdurarán por siempre. Siempre modesto, afirmaba que "yo no tengo vocación de estar en la Historia". Presidente, la Historia de la Transición Española tiene nombre y apellidos: Adolfo Suárez González. Descanse en paz.



martes, 28 de enero de 2014

Luka Modric: del fuego cruzado al césped del Bernabéu

El jugador del Real Madrid, Luka Modric, celebrando un gol en el Bernabéuwww.planetf1.com
El solsticio de verano de 1991 se inició con el fichaje de Robert Prosinecki por el Real Madrid. Dos meses más tarde, con la competición liguera llamando a las puertas de los clubes, el croata recibió la peor noticia posible: su país, Yugoslavia, había sucumbido ante la pólvora y se había iniciado una guerra civil entre croatas y serbios. Las armas tomaron el relevo de la palabra y el silencio de los bosques yugoslavos fue secuestrado por el silbar de las balas.  

Mientras Prosinecki sufría desde la lejanía, sabiendo que sus compatriotas estaban muriendo en armas, una gran parte de los croatas huían de sus hogares atemorizados por los incesantes y desmesurados ataques de los serbios. Fueron muchos los refugiados de aquella terrible guerra; uno de ellos era un pequeño niño rubio, de tez blanca -casi rosada-, inseparable de un viejo balón de fútbol y que se erigió con apenas seis años como el hombre del hogar. Luka Modric (Zadar, Croacia,1985) ha pasado, en menos de 30 años, de corretear entre los cráteres de las bombas a jugar en el verde del Bernabéu ante 85.000 aficionados a orillas del Paseo de la Castellana.    
 
Nuestra historia se inicia a finales del verano de 1985, en la ciudad costera de Zadar. Hasta allí se trasladaron Jasmina y Stipe Modric, los padres de Luka, para que la llegada al mundo de su primogénito fuese en el paritorio de un hospital. Sin embargo, el verdadero hogar de los Modric se encontraba 60 kilómetros hacia el interior, en la pequeña aldea de Modrići, situada en la región de Obrovac. Zona montañosa y rural, poco poblada y aún salpicada por los restos de la barbarie que se vivió en los Balcanes a principios de los 90.
   
Nos situamos en el agosto de 1991. El pulso político entre Croacia y Serbia se incrementó con el referéndum no oficial sobre la cuestión de la autonomía y soberanía serbias en Croacia, a pesar de que los croatas representaban prácticamente el 80% de la población total de Yugoslavia. El Gobierno croata intentó bloquear el referéndum, pero tan solo fue un parche de semanas que no evitó el desencadenamiento de la violencia. Se iniciaba así una de las guerras más cruentas de la historia reciente de Europa.

Señal de tráfico cosida a balazos durante la batalla de Vukovar en 1991maf.usafreeforum.com
Durante sus seis primeros años de vida, Luka Modric vivió en la pequeña aldea de Modrići junto a su padre, su madre y su abuelo. Cuando estalló la contienda, los rebeldes serbios comenzaron la ocupación de los alrededores de Zadar, entre los que se encontraba la región donde vivían los Modric. Un día, asesinaron a su abuelo, que también se llamaba Luka y fue entonces cuando comprendieron que debían marcharse de allí. Su hogar, como el de otros tantos vecinos de la región, quedó a merced de las bombas rebeldes. Así, la familia Modric tuvo abandonar su casa y emprender un viaje hacia la ciudad con lo puesto, convirtiéndose en refugiados de guerra. Stipe, su padre, marchó al frente a combatir contra el ejército serbio.    

Su primer alojamiento iba a ser el Hotel Kolovare, una enorme instalación turística, transformada en centro de refugiados. Allí, el director del centro donde residían se fijó en las habilidades futbolísticas de Luka, que se pasaba los días jugando con el balón frente al hotel. Fruto del destino, el hombre que dirigía el hotel trabajaba también en el Zadar y el pequeño Luka consiguió llamar la atención del que sería su primer club. Además, su familia fue trasladada a otro hotel, el Iz, situado al lado de los campos de entrenamiento. Sin embargo, la supervivencia se erigía como lo más importante del momento y el fútbol quedaba relegado a un segundo plano. Baste decir que cada día la ciudad de Zadar era bombardeada con unas 600 granadas de media. 

Luka Modric controlando un balón en su infanciahttp://www.divinity.es/blogs/biovips  
Luka Modric ingresó en la Escuela de Fútbol del Zadar, en plena guerra. La lluvía de artefactos explosivos era la tónica habitual en el campo de entrenamiento donde Modric, junto a otros niños croatas, perfeccionaban su técnica futbolística. Ante el aterrador sonido de las sirenas, los entrenadores recogían a los niños y a la carrera les protegían de los bombardeos serbios en los refugios. Con esta situación, los entrenadores proponían un curioso juego para que los pequeños no borrasen su sonrisa de la cara: el primer niño que llegase al refugio, se convertía en el heroe del día. Lo peor de la guerra para Zadar concluyó en 1993.  

Luka continuó su formación, incluso durante dos años tuvo un preparador personal. A la edad de 12 años, los entrenadores de Modric decidieron llevarle a las pruebas de selección del Hajduk Split. La joven promesa había nacido en la ciudad Zadar, que estaba incluida en la región de Dalmacia, y cualquier proyecto de futbolista de la zona soñaba con jugar en el Hajduk. Durante dos semanas estuvo sometido a prueba, pero su falta de físico -especialmente de altura- pesó más que su magestuosa calidad, por lo que no fue seleccionado. Fue en estos duros momentos cuando Luka pensó en abandonar el fútbol. 
       
Sin embargo, el croata no desistió. Era siempre el más pequeño, pero siguió jugando en las inferiores del Zadar. Creciendo, viajando y ganando torneos, sin perder la alegría. Cuando Luka terminó la escuela primaria, su entrenador y padre deportivo, Tomislav Basic, llamó a los responsables de cantera del Dinamo de Zagreb y les dijo que tenía dos diamantes en bruto para ellos. Uno de ellos era Luka Modric. Era entonces cuando el joven futbolista aterrizaba en el club más importante de Croacia, el más grande y laureado. Rechazado años antes por el equipo de su corazón, el Hajduk Split, Luka ingresaba en su más encarnizado rival, el Dinamo de Zagreb.

El croata festejando un título durante su periplo en el Dinamometro-portal.hr
Allí progresó por las categorías inferiores, aunque los prejuicios de siempre no le abandonaron y solo su técnica le permitió sobrevivir. El Dinamo admiraba su talento, pero recelaba de su físico, y aún más cuando llegó la edad de avanzar al primer equipo. Por ello,decidieron ponerle a prueba enviándole a la liga bosnia. Concrétamente a Zrijnski por un año. Luka se enfrentó a una liga dura, en ocasiones brutal, pero que le formó como jugador. De regreso a Zagreb, el Dinamo aún quería verle en acción en la liga croata antes de darle una oportunidad. Por ello, le cedieron de nuevo, esta vez a un club llamado Inter Zapresic. Un equipo de barrio a solo 30 kilómetros de Zagreb, pero que jugaba en la primera croata.
    
Su entrenador era Srecko Bogdan, un veterano central de la Bundesliga que decidió dar a Luka lo que necesitaba. Le dio un intervalo de confianza de 10 encuentros seguidos. 10 encuentros en los que debía demostrar que quería ser un profesional de primer nivel. Sin embargo, al joven croata le sobraron 4 partidos. Con tan solo 6 recibió la llamada de la selección sub-21, a sus 18 años de edad. Además, a mitad de la temporada 2004-2005, el pequeño Inter Zapresic liderado por él, era campeón de invierno y aventajaba al poderoso Dinamo en 6 puntos. Fue en ese momento cuando decidieron recuperarle y llevarle de regreso a Zagreb. Había superado todas las pruebas imaginables, y a partir de 2005 nada pudo detener su carrera en el Dinamo.
   
A lo largo de los tres años sucesivos, Luka consiguió un total de cinco títulos con el Dinamo. Un Modric que además saldó una pequeña cuenta pendiente en la última jornada de su primer año: para celebrar el título, un gol suyo, un disparo brutal contra el equipo de su infancia, el equipo que había considerado oportuno no contar con Luka entre sus filas: el Hajduk Split. En 2008 fichó por el Tottenham Hotspur a cambio de 27 millones de euros, convirtiéndose en el fichaje más caro de la historia de los ‘Spurs’. Luka era un jugador que había llamado la atención en Europa por su descaro y atrevimiento. Llegó en el momento oportuno, con Juande Ramos en el banquillo londinense tras un exitoso paso por el Sevilla.
Luka Modric durante un encuentro con el Tottenham Hotspurwww.vavel.com 
Debutó de forma oficial con la camiseta del Tottenham Hotspur en el primer partido de Premier League, con derrota por 2-1 frente al Middlesbrough. En sus primeros meses en Londres, Luka no rindió al nivel esperado por el cuerpo técnico y la afición 'spur'. El motivo fueron una serie de molestias en la rodilla que arrastró a lo largo de toda la temporada. A partir de su segundo año, Modric se convirtió en el timón futbolístico del Tottenham, el director de orquesta por el que pasaba todo el juego. Además, fue una época donde se probó en todas las posiciones de la medular, incluida la de mediocentro defensivo.   

Modric iba creciendo como futbolista, y los muros londinenses de White Hart Line se le iban quedando pequeños. Empezó a pensar que su futuro pasaba por jugar la Champions League cada año, de forma regular, y si el Tottenham no cumplía con esas expectativas lo más favorable sería buscar un nuevo club, esta vez un titán europeo. Fue entonces cuando sonaron con fuerza dos colosos del fútbol mundial: uno londinense, vecino del Tottenham, el Chelsea FC. El otro español, el equipo que más 'orejonas' ha conquistado en la historia del fútbol: el Real Madrid. Finalmente, se decidió por el club de Chamartín. 
  
El 27 de agosto de 2012, Luka Modric fue presentado como nuevo jugador del Real Madrid de la mano del presidente del club, Florentino Pérez. Con un acuerdo que se cerró en torno a los 35 millones de euros, el croata pasó a filas madridistas y a jugar en una liga opuesta a la Premier. Si los rivales en Inglaterra se caracterizaban por la búsqueda directa de la portería, Luka pasó a enfrentarse en España a equipos que abogan por la posesión del balón, que miman el cuero. El espolón de este tipo de fútbol es más que sabido: el F.C. Barcelona. Este tipo de encuentros le benefician, y así se esta reflejando en la presente temporada, donde Luka ha adquirido importancia y posee la batuta de este nuevo Madrid dirigido por Carlo Ancelotti.   

Modric posa con la elástica blanca en su presentación | www.fichajes.net  
La ilusión de un niño todo lo puede. Quizás suene a tópico, pero cuando nos enfrentamos a historias de superación como la de Luka Modric vemos que no es así. Ni las balas, ni las bombas, ni el descrédito de compañeros y entrenadores, incluso ni sus aptitudes físicas han podido frenar el sueño de este joven croata de 28 años. Quizás no pase a la historia del fútbol como uno de los mejores jugadores -como puedan ser perfectamente Cristiano Ronaldo o Leo Messi-. Sin embargo, Luka tendrá el honor de ser recordado como aquel niño que sobrevivió al fuego cruzado en la guerra de los Balcanes y que, gracias a su sobrehumano esfuerzo y su imborrable sonrisa, llegó a saltar con la elástica blanca al césped del Santiago Bernabéu.   

lunes, 2 de diciembre de 2013

Dinamismo informativo: entrevista a Jesús Cintora

Jesús Cintora |  formulatv.com
Llegó en vísperas de verano a 'Las Mañanas de Cuatro' con una tarea ambiciosa y dificil por delante: sustituir a la periodista madrileña Marta Fernández. A pocas semanas de concluir el 2013, no solo ha cumplido su objetivo, si no que lo ha superado con creces. Jesús Cintora (Ágreda, Soria, 1977) ha conseguido renovar el enfoque y los contenidos del programa de Cuatro gracias a dos puntos que, a priori parecen contrapuestos, pero en su caso no lo son: una experiencia dilatada a través de todos los medios de comunicación existentes -radio, prensa y televisión- y la juventud que atestigua y que le permite poseer ideas frescas y dinámicas. Tuvimos la suerte de poder charlar con él acerca de su trayectoria profesional en el mundo del Periodismo, de sus impresiones sobre el futuro de la profesión, del programa que conduce cada mañana en la cadena del grupo Mediaset España, así como de los principales temas de actualidad que asolan nuestro país.


Antes de nada Jesús, me gustaría darte las gracias por acceder a ser entrevistado para el blog. La radio es, posiblemente, el medio de comunicación más mágico, el que más intimidad crea entre el oyente y el locutor. Desde el verano de 1998 hasta el 2011 estuviste en la Cadena SER, la radio de referencia en las últimas décadas. ¿Cómo fueron esos años?

JESÚS CINTORA: He oído la radio desde muy pequeño, porque mi madre la tenía puesta desde primera hora en casa y mi padre en el camión. Es una de las razones por las que más me picó el gusanillo para ser periodista. Después, seguramente donde más he aprendido ha sido en este medio. He tenido la suerte de trabajar con gente con la que creo que aprendí mucho y estoy agradecido.

No obstante, tus comienzos en la profesión fueron en periódicos locales hasta que aterrizaste en El Mundo de Castilla y León. Prensa escrita, radio, en los últimos años televisión... ¿con qué medio de comunicación te quedas?

JESÚS CINTORA: Me quedo con la comunicación en sí. Con tratar de contarle a la gente las cosas y conectar. Pensando en los comienzos hay un maestro de escuela, José Vilda, que era mi profesor de Lenguaje, y que fue determinante. Él colaboraba con el Diario de Soria y empezó a enviarme al periódico algún artículo cuando iba al colegio. Seguro que muchas personas piensan en esos maestros que tuvieron y a los que hay que poner en un pedestal. Luego lo de El Mundo de mi comunidad fue un poco más adelante con alguna colaboración también, cuando todavía estudiaba la carrera.

Los cierres de grandes medios como ABC Punto Radio, MARCA TV o recientemente Canal Nou, la precariedad laboral o los salarios ínfimos -a veces inexistentes- preocupan mucho a las nuevas generaciones que se están formando en las facultades de Periodismo. ¿Eres optimista con el futuro de la profesión?

JESÚS CINTORA: Esta profesión hace tiempo que está de una forma muy mejorable. La crisis la ha empeorado aún más. El Periodismo creo que siempre será necesario, pero es cierto que hay que apretar mucho los dientes. He conocido a gente muy buena que se ha quedado en la estacada.

Has superado el medio año presentando 'Las Mañanas de Cuatro'. ¿Se han cumplido las expectativas previstas desde que firmaste tu contrato con la cadena de Mediaset?

JESÚS CINTORA: Esto deberías preguntárselo a los jefes. No voy a ser tan osado como para ponerme una nota. Si puedo responderte que me dicen que están contentos y yo también, aunque me gusta marcarme la mejoría siempre como asignatura pendiente para volcarme en el trabajo diario.

Jesús Cintora, en 'Las Mañanas de Cuatro' | formulatv.com
En el blog también entrevistamos a tu colega de profesión y de franja horaria Cristina Pardo, que sustituye a Ferreras en 'Al Rojo Vivo'. La demanda del público televisivo ha cambiado; antes la prensa rosa copaba gran parte de la programación en diversas cadenas y ahora se apuesta por la información de actualidad. ¿A qué responde este cambio?

JESÚS CINTORA: La información que hacemos nosotros es tan vieja como el Periodismo. El interés por la sanidad, la educación, la economía, los que nos gobiernan, el paro, la corrupción... Está en la esencia de las inquietudes de la gente y creo que siempre interesa, en mayor o menor medida.

El Canciller de Alemania Otto von Bismarck (Schönhausen, 1815) afirmo que "Lo increíble de España, es que con una clase política tan inepta, todavía exista el país". De regreso al 2013, nos encontramos en nuestro país con EREs falsos, sobresueldos, paro, preferentes, cuentas en Suiza, rescates bancarios, desahucios... ¿Qué hacemos con España, Jesús?

JESÚS CINTORA: Creo en la gente que se levanta cada día con el ánimo de hacer las cosas bien y sacar su vida y la de los suyos adelante, sin joder al prójimo. Disfrutando lo que se pueda, pero sin hacerlo a costa de fastidiar al resto. Algo tan básico como esto es cierto que se ha perdido en unas cuantas parcelas de la sociedad de este país. Por eso hay que estar alerta y poner empeño en cambiarlo. Va a costar mucho, es verdad.

Y en relación a Cataluña, ¿piensas que sería efectivo un modelo federalista, o por el contrario, sería insuficiente para muchos catalanes?

JESÚS CINTORA: Con Cataluña hay que tender puentes. Hay quienes se dedican a meter cizaña en este asunto, en uno y otro lado.

A modo de cierre, te propongo una serie de preguntas breves:

I. Si te digo Iñaki Gabilondo... Trabajé con él unos cuantos años en la radio.

II. Dejando la legalidad en los juzgados, ¿consideras legítima la supresión de la doctrina Parot? No creo en la cadena perpetua. También pienso que es muy peligroso que algunos estén ya en la calle con lo que han hecho. Es un asunto complejo que no se despacha en dos líneas.

III. ¿Cómo ves este año al Numancia? ¿Subís a primera? Ojalá. Este año sí puede estar en esa pelea.

IV. A falta de 'Las Mañanas de Cuatro' los sábados y domingos, ¿qué peli nos recomiendas para ver? Cinema Paradiso.